Orografía:
Este sendero de Adra hacia la cumbre del Calar discurre por la Sierra de La Contraviesa, que forma parte de las Alpujarras Bajas. Los materiales son del llamado complejo alpujárride y podemos observar los materiales típicos del manto nevado filábride que conforman todas estas rocas compuestas, principalmente, por esquistos de diferente consistencia. El Río Grande de Adra sirve de límite por el este a esta Sierra que la separa de la de Gádor. La parte sur, por la que nos moveremos, es bastante abrupta con varias ramblas profundas y multitud de barrancos. La zona del Calar, como su nombre indica, está compuesta por materiales sedimentarios del tipo calizas que se distribuyen por encima de los materiales metamórficos.
Reseñas antrópicas:
El recorrido del sendero ha tratado de recuperar el viejo camino antiguo a Turón que usaban los habitantes de uno y otro pueblo para comunicarse e intercambiar mercancías mediante los arrieros y los malajiz (personas que transportaban el pescado en cestas de mimbre). Pasado el Cortijo de Bolaños emprendemos la subida por la Z. Pasaremos por varias ruinas hasta llegar a las del Cortijo del Pintao, desde cuya era podemos divisar el Cortijo de Periano por debajo de Los Calares. Al poco vemos las grandes ruinas del Cortijo del Condado. Cerca se encuentran las del Cortijo del Cercado, donde vivió el escritor autodidacta Enrique de Sierra Valenzuela. En la subida al Calar podemos ver restos de una antigua calera y algunas ruinas de varios cortijos. Después de la bajada pasaremos junto al Cortijo del Agujerillo del Viento. Seguiremos bajando viendo algunos núcleos poblacionales en la zona de Romera y Los Enríquez. El descenso prolongado nos lleva de nuevo a pasar cerca de Bolaños y volver al origen del sendero en la Rambla del mismo nombre. No olvidemos en ningún momento la gran importancia del pueblo con más historia de la provincia de Almería. Abdera fue fundada en el siglo VIII a.C. por los fenicios habiendo estado ligada siempre al sector pesquero y al mundo marítimo.
Orografía:
Este sendero de Guainos hacia la Ermita de la Sierra (de San Isidro Labrador) y vuelta de nuevo a Guainos Bajos discurre por la Sierra de La Contraviesa, que forma parte de las Alpujarras Bajas. Los materiales son del llamado complejo alpujárride y podemos observar los materiales típicos del manto nevado filábride que conforman todas estas rocas compuestas, principalmente, por esquistos de diferente consistencia. El Río Grande de Adra sirve de límite por el este a esta Sierra, que la separa de la de Gádor. La parte sur, por la que nos moveremos, es bastante abrupta con varias ramblas profundas y multitud de barrancos. Existen algunas zonas en las que afloran materiales esquistosos del ya mencionado complejo alpujárride.
Reseñas antrópicas:
El recorrido del sendero ha tratado de recuperar viejos caminos usados antiguamente, sobre todo la vía pecuaria denominada Colada de la Lachanza, en dos de sus tramos. Los inicios del sendero están poblados, ya que existen una serie de construcciones de molinos con vestigios del pasado de esta ciudad: la Casa de la Zorrera, Guainos Altos y el Molino de Soriano. De gran tradición en la zona es la denominada Estrechura, paso alternativo del sendero, ya que cuando lleva agua es imposible pasar. El sendero discurrirá por algunas ruinas de una arquitectura popular de gran belleza. Pasará cerca de 3 barriadas impregnadas con el tradicional carácter alpujarreño que aún conserva la ciudad: Los Pérez, La Parra y el Barranco de Almerín. La bajada desde la recuperada ermita de San Isidro mirando al mar es de una gran belleza. No olvidemos en ningún momento la gran importancia del pueblo con más historia de la provincia de Almería. Abdera fue fundada en el siglo VIII a.C. por los fenicios habiendo estado ligada siempre al sector pesquero y al mundo marítimo.
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Es un itinerario tanto vertical como horizontal equipado con diverso material: clavos, grapas, presas, pasamanos, puentes colgantes y tirolinas, que permiten el llegar con seguridad a zonas de difícil acceso para senderistas o no habituados a la escalada.
Cuenta con un tiempo de realización aproximado de 45 minutos y consta de un puente tibetano, puente mono, puentes colgantes, tirolina, dos tramos de vía ferrata, así como péndulos, siendo una de las pocas vías ferratas de la provincia que cuenta con este sistema. Además se encuentra señalizada y de fácil acceso.
Un sendero que comienza en la playa del mismo nombre, teniendo 913 metros de longitud, con una dificultad baja y que recorre a través del paseo marítimo dos playas galardonadas con Bandera Azul y ‘Q de Calidad Turística’, como son las playas de San Nicolás y Censo, finalizando el recorrido en esta última playa, en el punto conocido como ‘Camino Roto’. El ‘Sendero Azul San Nicolás’, tiene una duración aproximada de unos 20 minutos.
Los valores naturales propios del sendero se corresponden con los del hábitat característico de la ribera del Mar Mediterráneo, con un suave perfil costero, formado por grandes playas de arenas finas de color gris y gravas. El sendero tiene como principal objetivo promover el desarrollo sostenible de las zonas litorales mediante el cumplimiento de unos criterios de calidad que garanticen la preservación y mejora de las condiciones ambientales existentes, la seguridad y facilidad de uso para los visitantes y una gestión integrada y coherente de los valores naturales, históricos, culturales y etnográficos que conforman el patrimonio litoral.
Los molinos de Adra presentan en el siglo XVIII una característica que es común a toda La Alpujarra oriental: Se trata de propiedades “con alta tasa de absentismo, basadas en la habilitación de artefactos por vecinos pudientes de las localidades próximas que completan el antiguo equipamiento molinar destinado al abasto con nuevas instalaciones de forma que unos pocos molinos pertenecen a los molineros”. Tal es el caso de Diego Bartolomé Enríquez, gobernador de Adra, que invierte en la propiedad de molinos en Dalias y Picena
El cultivo de la caña de azúcar fue introducido por los musulmanes en la costa de Granada, concretamente en Motril hacia el siglo IX.
Pero en Adra no se introduce hasta la década de los 70 del SXV. Importar este cultivo a Adra fue una decisión de la corona porque encontraron unas condiciones similares. El cultivo necesita abundancia de agua y un buen clima, un clima prácticamente tropical donde no haya heladas y la vega de adra lo reunía.
Era un cultivo muy rentable porque una vez trasformada la caña en azúcar era un producto muy demandado. En aquella época solo se producía azúcar en la costa andaluza entre Manilva y Adra.
El resto de Europa no tenía más edulcorante que la miel.
En cuestión de muy pocas décadas se produce una revolución agrícola.
La vivienda tradicional de la pequeña nobleza abderitana del siglo XVIII destaca por su mayor volumen y por el uso de tejado, que la diferencia de la arquitectura doméstica popular.
Se organiza en dos plantas y, normalmente, la inferior estaba destinada a servicios (cuadras o almacenes) y la superior propiamente a vivienda. Todas las estancias se distribuyen en torno a un patio porticado con columnas, al que se accede mediante un zaguán desde el exterior.
La fachada presenta una sencilla composición clasicista donde los huecos están simétricamente distribuidos, destacando la portada de acceso rematada con el escudo nobiliario, que exterioriza el poder social y económico de sus moradores, y el balcón principal.
La muy marinera ciudad de Adra siempre ha vivido de cara al mar. Desde que los fenicios, venidos de Tiro, fundaron la antigua Abdera en el siglo VIII a.C., sus costas han tenido gran afluencia de embarcaciones que traían y llevaban cargamento varios, costeando por el Mediterráneo.
Durante muchos siglos no se tiene constancia que desde el mar pudieran verse señales marítimas que guiaran a los marinos por las noches; aunque, debido a la importancia del fondeadero, no se descarta que, desde muy antiguo, se hiciesen hogueras en alguna de las zonas altas para señalizar la rada a los buques que se aproximaban a esta costa abderitana.
De día, los barcos podían ver las edificaciones de las antiguas fábricas, y posteriormente las chimeneas de las fundiciones y los ingenios, sobre todo desde 1837, cuando se construyó la torre de los perdigones, que con sus 45m de altura, constituye un hito en el paisaje que identifica a la ciudad desde el mar.
Esta ruta nos conduce por parte de la zona noroeste local comenzando por una desviación terrenal situada en el km 2 de la comarcal AL 3600 ( Carretera de la Parra) podremos observar desde determinados puntos, impresionantes vistas de la localidad abderitana en la que llegaremos a una cota máxima cercana a los 200 metros , pasado el km 2 tomaremos la desviación por bolaños que nos conducirá de vuelta al final en el parque periurbano.
Esta ruta se podrá discurrir tanto a pie como en btt.
El sendero urbano de Adra, llamado 'SL A 58', discurre por el casco antiguo a lo largo de un recorrido de cinco kilómetros y dos horas de duración, aproximadamente.
La plaza Puerta del Mar es el punto de partida del tramo diseñado por el consistorio abderitano para recorrer a pie la localidad. Desde la casa consistorial, el senderista toma rumbo a la iglesia de La Inmaculada Concepción, pasa por la Plaza Vieja y las antiguas casas señoriales del casco antiguo abderitano hasta llegar a la Ermita de San Sebastián. Desde este punto, el visitante llega hasta los refugios antiaéreos de la Guerra Civil y, por último, visita la Fundición de San Andrés. El sendero tiene una dificultad catalogada entre media y baja por lo que puede ser realizado por cualquier persona.
Además, el Ayuntamiento de Adra ha instalado ocho paneles informativos para orientar al senderista a lo largo del sendero 'SL A 58'. Cada uno contiene detalles de la ruta, características técnicas, un plano y datos sobre el recorrido. Los puntos en los que se han instalado representan buena parte del patrimonio histórico y cultural de Adra.
Por otro lado, el senderista tiene la posibilidad de completar la información que aporta cada uno de los paneles instalados a lo largo del recorrido gracias a un código QR. Éste sirve para enlazar su móvil a la página web del Ayuntamiento de Adra y recibir detalles en audio guía de cada monumento.
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